Plancha limpia, sabor aún más auténtico.
La experiencia como fabricante y utilizador de la plancha nos dice que la limpieza de la placa debe de hacerse cuando la placa está caliente y apagada, para ello basta con verter un poco de agua, el vapor hará el resto y desprenderá del esmalte cualquier resto que haya quedado adherido, con la ayuda de una espátula solo tienes que llevar el agua al orificio de desagüe y posteriormente pasar una servilleta de papel para secar los restos de agua que puedan quedar.
Una vez la placa esté fría tan solo con un poco de detergente de cocina y un estropajo inoxidable podemos eliminar el resto de suciedad y conseguiremos que la placa brille como el primer día.
Un consejo, si queremos cocinar carnes después de haber hecho algo de marisco o pescado podemos usar vinagre de alcohol que eliminará todos los olores y sabores. Es fácil pasar de unos gambones a un chuletón de buey en apenas 5 minutos.